El ser humano es el único que determina lo que crea y lo que es. Cuando se gestionan bien nuestras facultades mentales podemos dirigir nuestros pensamientos y, es a través de las Leyes Universales que estas imágenes se vuelven realidad.
Las Leyes Universales se manifiestan a través de nuestros pensamientos. Los pensamientos son la causa de todo lo que nos pasa y de todo lo que nos rodea y, por lo tanto, el resultado de los mismos es el efecto que obtenemos de nuestro entorno.
Lo primero que debemos aprender a hacer es entender como formamos esos pensamientos, como todo empieza a generarse en nuestras mentes y, sobre todo, a buscar la forma más conveniente para que se vuelvan realidad. Todos nuestros pensamientos se transforman en realidad en la mayor o menor intensidad en lo que visualicemos, independientemente que sean pensamientos positivos o negativos.
Todos y todas hemos venido a este planeta con la capacidad del libre albedrío, por ello somos capaces de elegir nuestros pensamientos en todo momento. No somos conscientes de la cantidad de pensamientos que nos pasan por la mente a cada segundo, por ejemplo, ¿has intentado dejar de pensar por un momento? Casi sin que te des cuenta, ya estas pensando en algo otra vez. Para gestionar nuestros pensamientos es necesario ser más consciente de lo que estamos pensando y así, podremos dirigir esos pensamientos hacía o que queramos conseguir.
El ser humano es el único que determina lo que crea y lo que es. Cuando se gestionan bien nuestras facultades mentales podemos dirigir nuestros pensamientos y, a través de las Leyes Universales hacemos que estas imágenes se vuelvan realidad. Alinear y armonizar tu forma de pensar con las Leyes Universales te llevará a obtener los resultados deseados para tu vida.
Las Leyes Universales determinan nuestras vidas siendo la fuerza que crea cada aspecto de las mismas, tanto a nivel individual como colectivo.
Es importante volver a mencionar que las Leyes Universales son independientes de nuestros pensamientos, es decir, no discriminan entre positivo y negativo, entre bueno y malo, sólo hacen su trabajo acorde hacía donde proyectamos nuestros pensamientos y energía.
Donde ponemos la intención, es decir el pensamiento, ahí ponemos nuestra energía de creación.
Con independencia de las creencias y percepciones, las Leyes Universales funcionan en todo momento y por igual en todas las personas del mundo. No entienden de género, color, religión, raza, edad, etc. Tienen el poder y la capacidad de ser, hacer y tener cualquier cosa que elijas pensar para tu vida.
Para usar las Leyes Universales debemos explorarlas de forma individual y familiarizarnos con ellas de forma consciente. No necesitas nada que ya no tengas, tienes todo lo necesario. Tus facultades mentales combinadas con las Leyes Universales pueden hacer realidad tus pensamientos.
La única limitación que existe es aquella que tú proyectes en tu mente, la abundancia está al alcance de tus manos y la escasez es sólo un reflejo de los límites de tu mente.
Las Leyes Universales lo que hacen es crear y crean lo que tu elijas.
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