Nuestro pensamiento es creador, así que tienes que poner mucho cuidado en lo que piensas, puede ser algo complicado estar pendiente de cada pensamiento que tenemos, por lo que desprenderse de un egregor creado no es fácil.
Ayer, miércoles 12 de Agosto,
participé con unos amigos en una reunión sobre fantasmas y lugares
encantados. Alrededor de una mesa camilla en La casa del terror y lo fantástico
de Cádiz, José Manuel Serrano Cueto nos invitó a iniciar un viaje desde Galicia
hasta Cádiz, recorriendo toda la geografía nacional visitando sitios encantados
a través de sus historias.
Una de las cosas que más se repetía era la impregnación de esos
lugares con supuestas energías inexplicables científicamente y, que hacía que
esos lugares se volvieran densos. También, en ocasiones, esas energía se
impregnaban en las personas que vivían en ellos haciendo sus vidas caóticas, en
el mejor de los casos.
Como buena tertulia no acabó cuando nos levantamos, sino que
siguió en la calle cuando dábamos un paseo. De ahí, este artículo.
Desde mi experiencia he tenido ocasión de comprobar que
ciertamente, estas energías invisibles existen y son capaces de adherirse a
casas, lugares y personas. Estas entidades tienen nombre y son conocidas como
" Egregores".
Son muchas personas las que no conocen cual es su significado y
son muchas más las que ni siquiera saben que existe, lo que generan o como son
generados. Todo comienza en nuestro inconsciente de forma involuntaria, y están
esperando a un segundo de baja vibración para impregnarse en nosotros. Así que,
puedes tener uno ahora mismo junto a ti.
Estos entes, son creaciones mentales nuestras que existían ya a
raíz de algún evento o suceso en nuestras vidas y quedaron almacenadas, es por
ello, que todos y todas somos capaces de crearlos. Los Egregores son capaces de
pensar con autonomía, pareciera que tuvieran vida propia y, en cierto modo así
es. Se alimentan de nuestra energía, por ello si lo energizamos negativamente
con violencia o rencor, este egregor reaccionará negativamente.
Están ocultos en nuestro plano
etérico, nuestro plano superior inferior, de ahí que tenga la capacidad de
interactuar con otras energías supraterrenales e influir en los planos
mentales.
Tus pensamientos son energías que
se van acumulando en el ambiente, los lugares y en tu cuerpo, es decir, tienen
la capacidad de expandirse y desarrollarse, es por ello, que podemos somatizar
enfermedades a raíz de pensamientos negativos e inquietantes. La energía
funciona de acuerdo a instrucciones y directrices que inconscientemente le
damos.
Como seres de luz podemos sentir estas energías y reconocerlas como
agradables o como hostiles.
En resumen, hay dos tipos básicos
de pensamiento, los negativos o de baja vibración y los pensamientos positivos
o de alta vibración, nuestros egregores serán de un polo o de otro y, esta es
la frecuencia que iremos impregnando.
El ser humano no es consciente de
todo lo que su pensamiento puede llegar a crear, así que cuando se siente
amenazado, triste o vulnerable comienza a emitir vibraciones negativas que se
expanden y se combinan con vibraciones semejantes. Alimentan su ambiente con la
energía del miedo. En nuestro plano etérico todo es posible, todo existe y todo
puede ser tan real como suponemos que es la vida en sí.
Cuando creamos un egregor esté
toma vida propia y tienen una misión y, ante todo es protegernos y nos
enfrentará a la misma situación hasta que la hayamos superado.
Nuestro pensamiento es creador,
así que tienes que poner mucho cuidado en lo que piensas, puede ser algo
complicado estar pendiente de cada pensamiento que tenemos, por lo que
desprenderse de un egregor creado no es fácil.
Debes recordar que responde
siempre a tu energía, entonces cambiando la misma comenzaras a transformar tu
vibración mental y tus pensamientos de negativos a positivos, para ello rodéate
de personas positivas, lugares que te transmitan armonía y momentos felices.
Todo está en tu mente, así que depende de ti.
Mantente ocupado en actividades
que te hagan disfrutar y tus pensamientos negativos se debilitaran. Entrar en
armonía con tu mente, tu cuerpo y tu espíritu es la clave.
Cuando impregnamos nuestra
energía negativa en lugares o cosas esta perdura eternamente, el plano etérico
es infinito y en el no existen ni tiempo ni espacio, por eso, es normal que sintamos
lugares con densidades diferentes y personas que nos alteran la vibración
(incluso sin hablar con ellas).
Los lugares encantados existen
pero si los vemos desde la perspectiva de los egregores diseñados por sus
creadores para defenderse de algún miedo, los veremos desde una óptica más
lógica y no nos dejaremos llevar por su vibración.
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